A escasos 3 km de Valverde de Leganés en dirección Olivenza se encuentra el Convento Franciscano de la Madre de Dios, el cual tuvo una relación muy estrecha con la localidad y con varias localidades del vecino reino de Portugal. Según la tradición fue fundado en el siglo XVI por el propio San Pedro de Alcántara, quien habitó el propio Convento durante 11 años. Actualmente el edificio ha sido rehabilitado, tras encontrarse en ruinas desde la desamortización de Mendizábal y conserva gran cantidad de elementos artísticos. El edificio presenta una gran iglesia de bóveda de crucería decorada con rico y coloridos estucos. En la parte del presbiterio era presentada por medio de una hornacina la imagen de Nuestra Señora de la Encarnación, la cual, según la tradición, fue regalada a Valverde de Leganés por Enrique de Coimbra, obispo de Ceuta y residente en Olivenza en la primera mitad del siglo XVI. Tras esa hornacina se encuentra un espacio cuadrangular rematado por cúpula semicircular que funcionaba de camarín. En sus paredes se pueden apreciar pinturas que representan los cuatro evangelistas y algunos hechos de la vida de San Pedro. Del edificio conventual se conserva un pequeño claustro construido en ladrillo y varias estancias dedicadas a la residencia de los monjes. Durante el siglo XIX y XX este Convento fue reutilizado para múltiples labores.
A 7 km de Valverde de Leganés en dirección Badajoz se encuentran los restos de la Villa Romana de la Dehesa de la Cocosa. Esta corresponde a un edificio residencial del siglo IV donde también se realizaban tareas de producción de vino y aceite. Fue excavada durante los años 40 y estudiada en 1952 por José Serra Rafols a través de la Diputación Provincial de Badajoz. El edificio presenta forma cuadrangular, articulado en torno a un gran patio central porticado al que se abrían diferentes estancias residenciales, muchas de ellas pavimentadas con coloridos mosaicos y dotadas de sistema de calefacción. Anexada a esta área, la villa contaba con un complejo sistema de baños que también se encontraba ricamente decorado. Es probable que su fundación fuera mucho anterior, durante el tránsito de los siglos I y II d.C.; pero es a finales del siglo III y principios del siglo IV cuando esta villa experimenta su mayor monumentalización. No disponemos de datos relativos a sus últimas fases, pero es probable que fuera abandonada en el siglo VI como la mayor parte de edificios similares hallados en la provincia romana de Lusitania, donde también se encontraba la Cocosa.
En la excavación que el Ayuntamiento de Valverde de Leganés ha venido realizando en la urbanización de la Era, fortuitamente apareció una tumba. Cumpliendo la Ley de Patrimonio de la Junta de Extremadura, se realizó un seguimiento arqueológico y una posterior excavación en dicho lugar, desarrollada por la empresa Arqueocheck y dirigidas por el arqueólogo Ángel Carbajo López que han dado lugar a los siguientes hallazgos.
EDAD DE BRONCE
Estos hallazgos arqueológicos se pueden dividir en tres cronologías diferenciadas, una fase más antigua de la Edad de Bronce que consta de un posible campo de hoyos compuesto por dos hoyos circulares excavados en la roca madre de caliza blanca colmatados de fragmentos de cerámica realizadas a mano, propias de este periodo, con unos diámetros conservado de entre 1,7 y 1,10 metros y una profundidad de entre 0,20 metros y 0.60 metros de profundidad.
PERIODO TARDOANTIGUO
Del periodo Tardoantiguo se han detectado dos zonas de tumbas en cistas, una de las zonas que es la primera que se encontró situada a unos 30 metros al Noreste del campo de fútbol de césped artificial y otro formado por dos tumbas de características similares. Las tres tumbas no tienen el cadáver que estaría depuesto, en dos de ellas hay claros indicios de expolio que se produciría cercano a la época del propio enterramiento.
La tumba rectangular hallada en primer lugar, se encontraba a 30 metros al Noreste del campo de fútbol de césped artificial. Tenía sentido Este-Oeste, conservaba tres de sus lados. El lado Este que era uno de los pequeños no lo conservaba. Tenía además excavada toda la zona circundante. Con las siguientes dimensiones 2,71 metros de longitud, 1,10 metros de ancho, por 0.60 metros de alto. En su interior fueron hallados fragmentos de costilla, falanges del pie y una ulna humana, lo cual indica que ha sido expoliado. Los testigos de la obra sostuvieron que no se encontraba ningún hueso en su interior. Esta tumba se encuentra cercana a los tres hoyos de la Edad Bronce anteriormente descritos.
A unos 150 metros hacia el Oeste de esta zona, fueron detectadas dos tumbas en sentido Noroeste-Sureste, realizada con piedras de la zona careadas. En una de ellas sólo se encontró un osario a los pies situada al Este de dicha tumba con cuatro cráneos, y varios fragmentos de huesos humanos, mientras que en el resto de la tumba sólo se hallaron varios fragmentos indeterminados de huesos humanos muy fragmentados.
La otra tumba tiene conservado dos de sus lados y la tapadera. Los otros dos lados no se conservan. La misma, se encuentra a 5 metros al Noroeste y esta, es la única tumba que ha sido excavada al completo, pues es la única en la que se hizo un seguimiento completo desde el seguimiento mecánico.
Se trata de una caja rectangular de dos metros de longitud por 0,60 metros de ancho, realizada con lajas de cuarcita cogidas con barro. Conserva uno de sus lados mayores, situado al Noroeste y un lado menor situado al Sureste. Debajo de la tapadera de cuarcita, había un relleno de piedras de la zona y algunos elementos constructivos (como fragmentos de tégulas) que indican el expolio que sufrió dicha tumba justo después de la deposición del difunto en dicha tumba. En el relleno de la misma sólo se ha encontrado un fragmento de cráneo.
PERIODO INDETERMINADO
El tercer periodo que es de cronología indeterminada se correspondería con dos agujeros circulares excavados en la roca madre de caliza blanca, probablemente silos, porque aparte de tener la morfología propia de los mismos, estaban reforzados en sus paredes con piedras de la zona, trabados con barro para evitar posibles derrumbamientos de las paredes del mismo, pero no se ha podido datar cronológicamente porque no tenían material arqueológico en su relleno. Ambos agujeros circulares estaban colmatados probablemente para crear una superficie plana con piedras de la zona (calizas y cuarcitas de mediano tamaño y entre los intersticios de las piedras polvo).
Los silos circulares tienen 1,10 metros de diámetro y 0,87 metros de diámetro, están excavados en la roca madre caliza y tienen entre 0,70 metros x 0,40 metros de profundidad. En su relleno no aparece ningún elemento arqueológico, que nos impiden datarlos cronológicamente. Se encuentran cercanos al área de necrópolis (formado por dos tumbas) anteriormente descritas.
El ayuntamiento de Valverde de Leganés, ha decidido conservar todos estos restos en dicha urbanización con fines didácticos y turísticos, en una muestra de salvaguarda del patrimonio histórico de dicha localidad.