La Virgen de la Encarnación es la patrona de la localidad que lleva ligada al pueblo desde mediados del siglo XVI.
Fue donada al Convento de la Madre de Dios y se trasladaba anualmente a la Parroquia de San Bartolomé para celebrar su novena y fiesta. Actualmente, el 25 de marzo, se lleva a hombros desde la iglesia al Convento por multitud de fieles. Tras una breve oración en el Convento, la imagen vuelve a la iglesia donde se oficia una misa en su honor y se le hace una ofrenda floral entre cantos y danzas del grupo de folklore local.