Desde esta semana, un andamio de grandes dimensiones rodea la famosa torre de nuestra iglesia de San Bartolomé. ¿El motivo? El inicio de las obras de restauración que se van a llevar a cabo en la misma dentro del proyecto denominado ‘PROYECTO DE EJECUCIÓN DE REPARACIÓN DE TORRE Y MUROS DE LA IGLESIA DE SAN BARTOLOMÉ’.
Sin duda una gran noticia para nuestro pueblo y su patrimonio, fruto de la constancia y el trabajo conjunto de Iglesia y Ayuntamiento.
La torre presenta un mal grado de conservación, no presentando problemas graves que afecten a la estabilidad, pero existiendo daños estructurales puntuales con un mal estado generalizado de la torre exteriormente que hace que puedan producirse desprendimientos con el consiguiente riesgo que esto conlleva, unido a que se desvirtúe la imagen final de la torre como elemento fundamental del monumento.
Se observan grietas en los arcos de remate de la torre, donde se ubica el campanario, así como el mal estado del revestimiento tanto exterior como interior de la torre. Además, uno de los muros perimetrales construidos inicialmente se encuentra también en mal estado de conservación, por lo que también requiere de intervención.
Las piezas que se encuentran excesivamente dañadas serán sustituidas por nuevos mampuestos y se procederá al picado de enfoscados en mal estado para su posterior revestimiento.
Asimismo, se procederá a la limpieza de arbustos y hierbas, mediante la aplicación de un tratamiento herbicida, para posteriormente, aplicar un tratamiento hidrofugante que reducirá la absorción de agua, minimizando los daños.
Estas obras, cuya inversión asciende a 34.820,17 euros, serán cofinanciadas por el Arzobispado de Mérida-Badajoz y por la Diputación de Badajoz.